Análisis de la obra "Ensayo sobre la
ceguera" del autor José Saramago.
¿Qué tiene que ver que ver esta pieza literaria con lo que conocemos
como "globalización"? Esto es un reto que nos encontramos
comprometidos a resolver en lo que será la evaluación del respectivo semestre. ¿Cómo es que este concepto, la "ceguera" lo podemos relacionar
con la globalización? Fácil, hasta eso es lo que nos caracteriza como humanos.
"De esta manera estamos hechos,
mitad indiferencia y mitad ruindad".
Negar a quién sea estas características sería un acto optimista; lleno
de esperanza e ilusión; la fe ciega que algunos medios insinúan que debiéramos poseer.
Sin embargo, aún y por muy buenos que luciéramos, aquella bondad no sería mas
que otro atuendo que nosotros desearíamos mostrar. ¿Dónde está el mal en verse
así? Que aún y por muy sensible que se sea, aquella promesa no será más que
otra cara de la indiferencia que evita con dulzura mirar hacia la tempestad y
centrarse en un ideal. Parece como si estuviéramos dentro un perenne juego, y
aún, siendo conscientes de ello, nunca lo podremos terminar.
En medio de este juego, de estas cosas que son cosas del mundo de los
humanos, las vendas las encontramos en todos lados; en cada ámbito dentro de
nuestra inmensa y, al mismo tiempo, tan reducida sociedad. ¿Qué tanto se puede
decir? Sería larga la lista. Se podrían mencionar otras cosas de aquella
lectura y la interpretación específica que cada uno le podría dar a sus
palabras, pero, como ya vengo haciendo, hablaré de la ceguera que cubre a cada
uno de nosotros de una manera que parecerá ser el simple enfoque de una persona
pesimista o cerrada. En fin, si lo fuera (que sí lo es), no sería mas que otra
manera de anunciar la posesión de aquella ilusa ceguera.
Los aspectos en los cuales nosotros nos podríamos centrar podrían ir
desde un extremo, hasta otro, cosas más simples hasta más complejas. Podríamos
hablar de aspectos ya sean políticos, económicos, sociales, hasta de un sólo
individuo representante de una inmensa sociedad.
La política, nos ciega con su falsa publicidad. Oferta a los individuos
un candidato como producto, como mera imagen, con datos esperanzadores o de
ilusiones; tan sólo simples máscaras. Siendo esta artimaña, un juego de roles,
de títeres y titiriteros. Masas homogéneas que siguen patrones de manera
consiente.
Una economía manejada en el simple y mero consumo, en ofertar otro
producto efímero para luego seguir haciéndolo con otro más; producto de todos,
producto de nadie. Tal como un vicio; un mal interminable.
Una sociedad basada en las apariencias; en objetos, sujetos, ideales,
engaños, trabajo y arrepentimientos. Una sociedad que con el fugaz escurrir de
su tiempo, se va educando para poco a poco ir aligerando la supuesta carga de
nuestra vida, de nuestro día con día. Una sociedad que prefiere los amores de
telenovela, los horóscopos y los grupos de moda, antes de reconocer el lugar
donde se encuentran situados sus pies.
Podría continuar hablando y seguir re-tachando con cada aspecto más que
pudiera mencionar, pero con eso no se ganaría nada. Tan sólo me dejaría por
decir que todo lo anterior (lo dicho y lo esperable), serían los finos e
inmensos hilos que tejen esta venda de la cual cada uno de todos nosotros somos
dueños. O tiniebla blanca... mar lechoso...
Retomando la lectura, en el libro nos encontramos con dos términos que a
continuación me gustaría señalar.
- Agnosis: incapacidad de
reconocer lo que se ve.
- Amaurosis: tiniebla total.
Haciendo a un lado la tajante idea de "aunque seas esto, muy en el fondo siempre serás una simple variación de aquello", preguntaré ¿Dónde crees que nos encontramos?, ¿Dónde creo que nos encontramos? No obstante y a pesar de ello, al final la respuesta sólo sería un "vistazo" de lo que nuestra simple percepción y entendimiento de las cosas nos llevaría, como otros hombres de aquella caverna...quizás todo lo que leemos ahí sería una explicación detallada de aquella idea del griego Platon. Pero ¿Dónde estamos? Reiteraré ¿Seremos tan incapaces de reconocer lo que vemos? o ¿No es una ceguera lo que tenemos, sino más bien se tratará de una tiniebla total?
Si viviéramos con una incapacidad de reconocer lo que tenemos y lo que
no, lo que existe y lo que no, si no pudieran los individuos reconocer todo
esto que los maneja ¿Con qué clase de cosa estaríamos tratando?, ¿Cuál podría
ser la utópica solución a nuestras vicisitudes que podrían catalogar de
adolescente? Alma la cual va rodando en la inmensidad del paraje esperando
algún día que aquellos viejos sueños planteado aun tengan lugar en aquel mundo
que creía conocer y cada día le muestra lo mucho o poco que ha evolucionado
¿Qué ganaría, si únicamente un solo individuo fuera consiente de esta gran
problemática?, ¿Qué ganaría un solo individuo lo pudiera hacer si los demás no
lo podrían ver? Podría aquella alma caritativa ayudar a aquellos que tuviera a
sus lados, guiarlos en medio de esta incertidumbre, pero, aún y haciendo todo
esto, no podría erradicar aquél mal que el resto poseerían. Se trataría de un
simple tranquilizador que tarde o temprano perdería efecto.
Entonces ¿Qué gana un sólo individuo?, ¿Qué ganas tú?, ¿Qué gano yo?,
¿Qué es lo que ganaríamos nosotros? o ¿Qué es lo que podrían ganar ellos?, ¿Qué
ganaríamos si poseyéramos la certeza de eso?, ¿Qué ganaríamos poseyéndola
cuando el resto no la tiene?, ¿Cómo quitaríamos esta venda cuando nosotros
mismos también podríamos poseerla? Seguiríamos precipitándonos en este mal
incurable. Aunque, si acaso, si fuera como aquella inusual ceguera contagiosa,
quizás cabría la posibilidad que el ámbito educativo llegara a ser tan
omnipotente (como sabemos que puede ser) como para que estas ideas
revolucionarias se incrustaran y fueran añadiéndose cada vez más y más de
ellas, dominando y cambiando el sistema como aquella ceguera, otro tipo de
ceguera que dentro de otros grupos "radicales" sería más
esperanzadora y grata.
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